jueves, 9 de septiembre de 2010

ALTERIDAD

DICENSO

Disenso significa, antes que nada, otro sentido, divergencia, contrario parecer, desacuerdo.




Existe muy poca literatura acerca del disenso (1) y la poca que existe, viene desde el pensamiento institucionalmente aceptado, con lo cual el disenso está caracterizado:



* Negativamente: “El disenso es negativo porque siempre está referido a un consenso previo” y



* Vinculado a las minorías: “una de las características de toda minoría es una actitud de disenso”.







Es obvio que no compartimos para nada esta clasificación interesada y parcial del disenso. Pues, disentir, no es sólo negar un acuerdo sino que es, sobre todo, pretender otro sentido al que actualmente poseen las cosas y las acciones de los hombres y el mundo que nos rodea.



Disentir es una actitud libre, personal o colectiva, de afirmar otra cosa a la propuesta. Psicológicamente es la primera actitud del hombre, al reconocerse como otro distinto del padre, para convertirse en adulto. El disenso enriquece el obrar humano y consolida una sociedad plural, al mismo tiempo que invalida cualquier intento homogeneizador o totalitario.







Muchos vinculan el disenso con la discrepancia entendida como negar el consentimiento a algo o alguien. Por el contrario, para nosotros el disenso no se agota en el afirmar lo que no se quiere(en la negación) sino que logra su plenitud en el pensamiento (teoría alternativa) y la actitud (práctica) no conformista a la dada. Es el origen del pensamiento y la conducta alternativa al orden o la normalidad constituida.

Publicado por Luis Trujillo en 12:30 0 comentarios

CONSENSO

Se denomina consenso a un acuerdo entre dos o más personas en torno a un tema. La expresión de la falta de consenso es el disenso.



Una decisión por consenso, no obstante, no implica un consentimiento activo de cada uno, sino más bien una aceptación en el sentido de no-negación. En este tipo de modalidades de decisión encontró su fundamento la democracia griega.







También hay interpretaciones del vocablo que se refieren al consenso como formador de las sociedades (en oposición a los conflictualistas, quienes encuentran en Hobbes la explicación más general de sus interpretaciones sobre la existencia de la sociedad), hablando de una naturaleza humana tendiente en mayor o menor medida a la igualdad de conjuntos de creencias, con distintos argumentos y elementos teóricos en cada caso.



Durante la Transición Española, la expresión consenso (que llegó a convertirse en un lugar común o lema de la transición) se aplicó insistentemente a la consecución del consenso constitucional o pactos que permitieron la redacción de la Constitución de 1978 por acuerdo de una gran mayoría de las fuerzas políticas. Especialmente se solía identificar el consenso con el entendimiento entre las dos principales: la gobernante (UCD) y el primer partido de la oposición (PSOE), siendo los principales negociadores Fernando Abril Martorell y Alfonso Guerra. A veces incluso existía un recelo por parte de otras fuerzas políticas de que los asuntos venían previamente pactados, lo que alteraría el mismo sentido de la expresión (con lo que pasó a recibir en algunos ámbitos -sobre todo entre grupos minoritarios- un significado negativo).